Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

Trastorno obsesivo compulsivo TOC

El TOC, es uno de esos diagnósticos que nos gusta hacer y sobre los que a veces bromeamos. Decimos que estamos "obsesionados" porque, por ejemplo, siempre compramos el mismo yogur, durante las vacaciones de verano vamos al mismo sitio todos los años, y antes de salir de casa comprobamos dos veces si realmente hemos desconectado la plancha.

Estos son rituales que la mayoría de nosotros tenemos y que nos mantienen seguros. A veces, sin embargo, el deseo de realizar una acción se convierte en una compulsión provocada por el miedo a que algo terrible nos suceda a nosotros o a nuestros seres queridos. Es este trastorno obsesivo-compulsivo el que causa gran sufrimiento, remordimiento y vergüenza.

Prácticamente todos hemos escuchado el nombre "TOC" o "Trastorno / trastorno obsesivo compulsivo". Está correctamente asociado con la constante compulsión de realizar alguna actividad. Sin embargo, el mayor sufrimiento no es causado por la necesidad de hacer algo, sino por lo que hay detrás: el miedo.

Una persona con trastorno obsesivo compulsivo tiene mucho miedo a algo, y todo comienza con este miedo. Las preocupaciones más comunes se relacionan con la salud y los gérmenes ("hay bacterias en todas partes, me infectaré si toco algo en una tienda o un tranvía"), el dinero ("iré a la quiebra") y también la seguridad de sí mismo y de sus seres queridos.

También hay pensamientos obsesivos y aterradores acerca de hacerle algo malo a alguien. El miedo es tan fuerte que el paciente comienza a preguntarse qué puede hacer para calmarlo y minimizar el riesgo de que suceda lo que lo asusta tan terriblemente.

Un ejemplo clásico es el lavado de manos: si alguien está preocupado por contraer una enfermedad grave, aumenta en gran medida la frecuencia del lavado de manos. Esto le da una sensación de control y hace que la ansiedad aparentemente sea mínimamente menor.

Si alguien que desarrolla TOC inicialmente se ha lavado las manos dos veces por hora, con el tiempo comienza a sentir la necesidad de hacerlo siete, diez, quince veces y rociarse las manos con desinfectante cada cinco minutos al salir de casa. El miedo no pasa, sino que sólo se calma temporalmente e "impone" más y más exigencias a la persona que se siente abrumada por él.

El "círculo vicioso" en el que se basa el TOC se puede resumir de la siguiente manera:

Tengo mucho miedo de X (por ejemplo, una enfermedad) - hago algo para prevenirlo (por ejemplo, me lavo las manos) - la ansiedad no desaparece, así que hago "algo" (lavo mis manos) con más frecuencia. Una y otra vez.

Si esta descripción le suena familiar y cree que puede tener TOC, lo primero que debe recordar es que no es culpa suya.

El TOC es un trastorno genéticamente determinado relacionado con el manejo químico del cerebro. Los síntomas pueden aparecer de forma espontánea o como resultado de un evento difícil (tanto en una sola situación como, por ejemplo, en una serie de experiencias difíciles de la niñez) que lo puso ansioso.

El trastorno obsesivo compulsivo puede ser difícil de entender para usted, causar vergüenza y culpa por no poder manejar su ansiedad de manera diferente. Sin embargo, recuerde que los especialistas (psicólogos y psiquiatras) reconocen que los comportamientos relacionados con el TOC están completamente fuera de su control y no afectan su valía como ser humano de ninguna manera.

No está solo: miles de personas en todo el mundo experimentan pensamientos aterradores que los llevan a actividades repetitivas.

Vale la pena visitar a un psiquiatra o psicólogo si:

  • Siente que sus síntomas y ansiedad son excesivos, le hacen sufrir y dificultan tu funcionamiento diario.
  • Tiene la impresión de que está repitiendo ciertas actividades que no son enteramente por su propia voluntad.
  • Hay pensamientos en su cabeza una y otra vez que le hacen sentir culpable y con los que no se identifica.
  • Alguien cercano a usted, cuya opinión valora, le ha señalado que repite cierto comportamientos una y otra vez o que su ansiedad parece descontrolarse.

La psicoterapia, la mayoría de las veces cognitivo-conductual o integrativa, aporta grandes resultados en el tratamiento de los trastornos obsesivo-compulsivos. Durante las reuniones con el terapeuta, podrá, en una atmósfera segura y sin prejuicios, observar las fuentes de su ansiedad, enfrentarla y aprender formas adaptativas de lidiar con ella. Comprenderá que cualquier miedo disminuirá con el tiempo, incluso sin un comportamiento obligatorio.

También vale la pena consultar a un psiquiatra que le sugerirá si la psicoterapia por sí sola es suficiente o si vale la pena implementar un tratamiento farmacológico. Algunos pacientes con TOC apoyan, además de la psicoterapia, el tratamiento con antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos seguros.

Si se da la oportunidad y consulta a un especialista, existe una gran posibilidad de que los síntomas desaparezcan por completo.

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